Información importante sobre el Monóxido de Carbono
Recomendaciones para evitar la intoxicación con Monóxido de Carbono
Cada año mueren en Argentina unas 200 personas como consecuencia de las intoxicaciones por monóxido de carbono (CO), siendo la mayoría de ellas prevenibles y evitables. Gran parte de los casos están relacionados con el deficiente funcionamiento de artefactos a gas o el mal uso de braseros, ubicados en ambientes no adecuados o mal ventilados.
A la intoxicación con monóxido de carbono se la conoce como una enfermedad simuladora, ya que el médico puede confundir el cuadro con otras afecciones, porque sus síntomas se pueden superponer con los de la gastroenteritis, las enfermedades del corazón y algunas enfermedades neurológicas.
¿Qué es el monóxido de carbono?
El CO es un gas venenoso, sin color ni olor, que no irrita los ojos ni la mucosa nasal, por lo que se lo conoce como "el asesino invisible". Se produce por la combustión incompleta del carbono presente en materiales tales como leña, carbón de leña, gas, kerosene, alcohol, gas oil, nafta. Si el ambiente está mal ventilado, el CO se acumula en el aire.
¿Cómo se produce la intoxicación por monóxido de carbono?
Cuando respiramos aire que contiene CO, el gas ingresa con cada inspiración y pasa al torrente sanguíneo, uniéndose firmemente a la hemoglobina, la sustancia de los glóbulos rojos que se ocupa de transportar el oxígeno. Así desplaza al oxígeno de su medio de transporte natural, y provoca una insuficiente llegada de oxígeno a los tejidos, que afecta principalmente al corazón y al cerebro.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas pueden variar de una persona a otra. Quienes tienen mayor riesgo de intoxicación son los niños pequeños, los adultos mayores, las personas con enfermedades cardíacas y/o pulmonares, los fumadores y las personas que habitan en zonas de gran altitud.
El principal riesgo de este tipo de intoxicación es que en muchos casos la persona no es consciente del origen de los síntomas, que atribuye a otras causas. Las molestias posibles incluyen:
Dolor de cabeza.
Náuseas o vómitos.
Mareos, acompañados de cansancio.
Letargo o confusión.
Desmayo o pérdida de conocimiento.
Alteraciones visuales.
Convulsiones.
Estado de coma.
También pueden producirse otros síntomas parecidos a una intoxicación alimentaria, un cuadro gripal, un problema neurológico o cardíaco. Tanto la persona afectada como el equipo de salud que la atiende deben tener bien presente la posibilidad de que estos síntomas tan comunes se deban a la intoxicación por CO.
Ante los primeros síntomas, es necesario ventilar inmediatamente el ambiente y recurrir a un centro de salud, hospital o convocar a un servicio de emergencias. Hay que informar al personal médico sobre la sospecha de estar sufriendo una intoxicación por CO.
En caso de sospecharse la intoxicación por CO, una prueba de laboratorio permite confirmar la presencia del tóxico en la sangre. La administración de oxígeno puro ayuda a desplazar el CO de la sangre y acelera su eliminación del cuerpo. Según la gravedad del cuadro se decidirá la duración del tratamiento y la eventual necesidad de cuidados intensivos.
¿Cómo se puede prevenir?
Para prevenir la intoxicación por CO hay que hacer dos cosas: 1) controlar las instalaciones y el buen funcionamiento de los artefactos y 2) mantener los ambientes bien ventilados. Veamos los detalles:
Control de instalaciones:
No instalar calefones en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados.
En baños, dormitorios y ambientes cerrados solamente instalar artefactos con salida al exterior (de tiro balanceado).
Si se usa brasero o estufa a querosén, apagarlos siempre afuera de la casa antes de irse a dormir.
Observar que la llama de gas sea siempre de color azul (la llama amarilla es signo de mala combustión y generación de monóxido).
Controlar anualmente las instalaciones y el buen funcionamiento de los artefactos de la casa. Se recomienda hacerlas revisar por personal autorizado.
Examinar especialmente las salidas al exterior de hornos, calefones, estufas y calderas para asegurarse que están permeables y en buen estado.
Ventilar bien los ambientes:
Comprobar que los ambientes tengan ventilación hacia el exterior.
Ventilar toda la casa una vez al día.
Dejar siempre una puerta o ventana entreabierta, tanto de día como de noche, aún cuando haga frío.
Si se encienden brasas o llamas de cualquier tipo, no dormir con éstas encendidas y apagarlas fuera de la casa.
No usar el horno u hornallas de la cocina para calefaccionar el ambiente.
No mantener recipientes con agua sobre la estufa, cocina u otra fuente de calor.
El calefón no debe estar en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados.
No encender motores a combustión (grupos electrógenos, motosierra, etc.) en cuartos cerrados, en sótanos o garages.
No mantener el motor del auto en funcionamiento cuando el garaje está cerrado. Si su garaje está conectado al resto de su hogar, cierre las puertas.
No arrojar al fuego plásticos, goma o metales porque desprenden gases y vapor que contaminan el aire.
¿Cómo actuar ante una intoxicación por Monóxido de Carbono?
Ante la sospecha de estar padeciendo una intoxicación por Monóxido de Carbono: salga a tomar aire fresco inmediatamente, abra ventanas y puertas, apague los artefactos de gas y llame al servicio de emergencia. No permanezca en su domicilio.
Ante los primeros síntomas, recurra inmediatamente al médico.
Para cualquier duda se puede consultar telefónicamente a los Centros de Información, Asesoramiento y Asistencia Toxicológica, desde cualquier lugar del país.
Centro Nacional de Intoxicaciones Hospital Nacional Dr. Alejandro Posadas: 0800-333-0160 (Atención 24 horas).